31 diciembre, 2008

Sale el espectro


Sale el espectro
Philip Roth
Ed. Mondadori, 2008

La última obsesión de Philip Roth es la vejez, la decadencia del cuerpo y la pérdida de facultades físicas y mentales de los personajes de sus historias.
Pudimos comprobarlo en "Elegía", la novela que publicó en 2006, cuyo protagonista era un viejo acosado por los problemas que trae consigo la decadencia del cuerpo, y volvemos a verlo en esta magnífica novela "Sale el espectro", publicada en este año.

Philip Roth es una de las figuras míticas de la narrativa estadounidense que tiene la capacidad, como muy pocos de mostrarnos la realidad a través de la ficción. Siempre hay elementos autobiográficos en sus novelas y nadie dudaría en ver, detras de las figuras principales, al propio autor contándonos sus inquietudes y deseos.

En "Sale el espectro", el protagonista vuelve a ser, como en otras de sus novelas,
Nathan Zuckerman, su alter ego, un escritor de éxito de setenta y un años, operado de un cáncer de próstata, que vive retirado del mundanal ruido desde hace diez años en un pequeño pueblo del estado de Massachussets.
La novela comienza cuando Zuckerman regresa a Nueva York, tras diez años de ausencia, para acudir a la consulta de un especialista y por azar compra The New York Review of Books, donde lee el anuncio puesto por dos jóvenes escritores, Jamie y su marido Billy, quienes, un poco temerosos por el ataque islamista del 11-S, ofrecen su apartamento neoyorquino a cambio de una casa en el campo. Zuckerman lo lee y, sin pensarlo dos veces, se pone en contacto con ellos y acepta el trueque.
Paralelamente, un amigo de Jamie y Billy, Kliman, que está escribiendo una biografía del escritor E. I. Lonoff, autor de culto olvidado, se pone en contacto con Zuckerman para recabar información, pero éste se niega a colaborar en una biografía que desvelará secretos poco favorables del pasado de Lonoff. Un pasado que él conocerá a través de la amante del escritor.

Un libro lleno de magnetismo en el que el texto parece un juego de muñecas rusas -la historia de Lonoff, dentro de la historia de Zuckerman, dentro de la historia de Roth- y en el que la pregunta parece ser la tantas veces repetida - ¿dónde empieza el personaje y dónde termina el autor?- y al final qué es lo que vale ¿la vida o la obra?
Quizá no sea la mejor obra de Roth, pero comparada con muchos de los libros que, y sobre todo en estas fechas, caen en nuestras manos, es un libro excelente.



Etiquetas: , ,

29 diciembre, 2008

Évora

Llueve cuando llegamos a Évora,la ciudad portuguesa de sabor romano y musulmán, que encierra sus estrechas calllejuelas entre tres murallas y sorprende al visitante con más de 300 monumentos.
Orgullosa e intacta, la romana Ebora Ceralis, se levanta sobre una leve colina, sin querer presumir de ser una villa que ostenta el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad.Situada a medio camino entre Lisboa y la frontera con Badajoz se ha convertido en el mejor punto de partida para explorar la comarca del Alentejo.
Caminamos despacio por la enrevesada red de callejas y plazas, en las que nos cruzamos con gente de todas partes del mundo, cámara en ristre y en un silencio que acompaña nuestros pasos por los adoquines y cantos rodados que conforman su suelo.

Los pasos deben iniciarse en la Evora romana, cuando se levantó la cerca velha, reformada y mantenida por visigodos y árabes, entre los siglos I al XII. De los ciento ochenta metros del perímetro original apenas restan algunos lienzos y torreones en la parte alta de la colina y varias puertas, como la Porta da Moura. No es el único vestigio romano, pues, también existen las principales trazas de un templo y el reconstruido Aqueduto da Agua da Prata, reforma de 1522 del antiguo romano llevada a cabo por el arquitecto real Francisco de Arruda, coronado regularmente por torreones cuadrados, octogonales, cupulares o cónicos. Más de quince kilómetros llevaban el agua hasta una fuente, hoy desaparecida, que se alzaba en la Praça do Giraldo.
La necesidad obligó a los cristianos a levantar la cerca nova, edificada en el siglo XIV con cuatro mil metros de perímetro, de la cual se conserva prácticamente intacto todo el cuadrante noroccidental, aunque, antes, los árabes diseñaron una maraña de empinadas callejuelas. Mas, la agitación que se mantuvo a lo largo del siglo XVII, obligó a erigir en el flanco sur la tercera y última barrera defensiva, conocida como cerca novíssima, con gruesos muros poligonales y adarves para la artillería.
Algunos datos:
Évora fue residencia habitual de muchos reyes portugueses.
Durante varios siglos fue la segunda ciudad del reino.
Su catedral, dedicada a Santa María, es de estilo románico-gótico, se construyó entre los siglos XII y XIII.

La ciudad adquirió, durante los siglos XV y XVI, la fisonomía monumental que ahora se puede apreciar. La mayoría de los monumentos son de esta época.
Destacan las numerosas mansiones aristocráticas de la ciudad; la universidad jesuítica, y una maravillosa serie de edificios de estilos manuelino y renacentista.
Hoy día, tiene cuarenta mil habitantes, tan son sólo la mitad de los que llegó a tener en el medievo.
En el centro de la ciudad se alza el Templo de Diana, un templo romano del s. II o III d.C. que fue utilizado como matadero hasta 1870.


Y lo que más me impresionó...
En la Iglesia de São Francisco se encuentra la famosa Capela dos Ossos (Capilla de los Huesos), un tétrico lugar decorado con las calaveras y tibias de más de 500 monjes. A la entrada de la capilla se puede leer "Nós ossos que aqui estamos, pelos vossos esperamos" ("Nosotros, huesos que aquí estamos, a los vuestros esperamos").




Etiquetas: , ,

26 diciembre, 2008

No es un poema

Todos podemos dar consejos
regalar palabras
construir historias
inventar un poema -bueno o malo-

Todos podemos ofrecer el hombro
prestar un pañuelo
ceder un abrazo
decir aqui estoy -cerca o lejos-

Podemos dibujar un plano
inventar una isla
descifrar, a nuestra manera,
el mapa del tesoro.

Podemos ser fiscales o jueces,
abogados defensores
verdugos, sacerdotes...
Palomas, gavilanes,
perros guía
peces de acuario, pájaros sin alas...
Llorar la pérdida y el desamparo
viajar o quedarnos
dormir, despertar -sueño o pesadilla-

Nacemos solos
y morimos solos
En momentos esenciales
siempre estamos solos.

Mientras tanto, todos podemos fingir
que acompañamos a los otros
en sus duelos.
Fingir que entendemos su alma
que nos ponemos en su lugar
que comprendemos muy bien sus pasiones.

Nadie puede entrar en el corazon de nadie
En su guarida secreta llena de
musgos, líquenes y helechos.
Nacemos solos y morimos solos
- todos podemos
ocultar esa certeza-

23 diciembre, 2008

Alguna vez...

alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va

A. Pizarnik

20 diciembre, 2008

Una voz...

Quizá la amistad...
la auténtica, la verdadera, la incondicional...
Quizá la amistad sea la luz que me permita saber, que no todo está perdido, que me permita descubrir el camino de salida.
Una voz en unos poemas me han bastado hoy, para atisbar la esperanza.

Etiquetas:

18 diciembre, 2008

Agotamiento

"Los sueños de libertad se agotan y se disuelven a medida que el mundo se burla de ellos con sus versiones de la realidad. Se disuelven porque aquel que se sintió vivo gracias a esos sueños ahora debe vivir en ese mundo. Él o ella no se someten a ese mundo, necesariamente, pero se acomodan al mismo a diario de ciertas maneras: con cada pensamiento que descartan, con cada palabra que callan, con cada fantasía de violencia, liberación o muerte que se desvanece entre los sueños nocturnos que uno no comprende y tampoco tiene demasiadas ganas de comprender."

Greil Marcus

Etiquetas: ,

15 diciembre, 2008

Huellas

Hoy nieva en Salamanca. Las calles se han llenado de huellas.
Mientras camino, despacio, observo sus formas, sus tamaños, la intensidad o levedad de la pisada.
Imagino a sus"propietarios", intento seguir los caminos que me preceden, poniendo los pies en su lugar. Grandes zancadas o pequeños pasos.
Escribo poco ultimamente, me digo.
No dejan de pasar cosas, pero ninguna deja en mi ninguna huella.
Quizás para escribir se necesiten huellas. Seguir las de otros, dejar las nuestras o sólo que algo deje sus huellas sobre ti.

Etiquetas:

11 diciembre, 2008

Fácil


“Una tarde un sapo dijo:
-Esta noche voy a soñar que soy árbol.
Y dando saltos, llegó a la puerta de su cueva.
Era feliz; iba a ser árbol esa noche.”


Los sueños del sapo
Javier Villafañe

Etiquetas: , , ,