08 octubre, 2010

De frustraciones cotidianas


La selección femenina de baloncesto ha conseguido una histórica medalla de bronce en el Mundial de la República Checa.
La noticia ha transcendido en forma de pequeños titulares en prensa escrita y menos de medio minuto en televisión y radio.
No ha habido banderas en ventanas y balcones, ni celebraciones multitudinarias (ni siquiera minoritarias).
Han jugado mucho mejor que sus colegas masculinos (fueron sexta posición en el Mundial).
Se han dejado la piel en la cancha y han demostrado que son grandes jugadoras en toda la extensión de la palabra.
Pero, desgraciadamente, el deporte femenino tiene pocos seguidores -gracias, entre otras cosas a la falta de repercusión mediática-
Nadie, excepto unos pocos apuestan por ellas, a nadie les importa sus logros.

Todo esto me viene a la cabeza a raíz del comentario de mi sobrina -gran jugadora de fútbol- quién un día, hablando sobre su futuro en ese deporte, me dijo con tristeza: "Estoy poco esperanzada y motivada con mi futuro futbolístico. No existe futuro, no olvides que soy mujer. Por muy bien que juguemos tendremos que conformarnos con ser equipos de tercera, sin reconocimiento ni apoyo."
También para una chica de 17 años no deja de ser una frustración que, el hecho de ser mujer, limite sus posibilidades y sus expectativas.

Por mucho que nos parezca que la situación de la mujer ha cambiado, seguimos viendo, cada día y en cualquier ámbito, la discriminación femenina.
A veces me hubiera gustado poder elegir...

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3 Comments:

At 1:09 p. m., Blogger Elías said...

Totalmente de acuerdo, Isabel.
No es el deporte, per se, lo que interesa, sino el negocio que mueve alrededor.

Es mucho más noticia la lesión de Xavi, o el corte de pelo de Cristiano Ronaldo, que esa meritoria medalla de bronce que ha conseguido ese gran grupo de jugadoras.

Y es que el deporte femenino -con muy raras excepciones, y casi siempre con connotaciones machistas (la "guapa" tenista que además es modelo, la "atractiva" saltadora de pértiga, la "sensual" nadadora...)-no interesa en lo más mínimo.

Un beso para ti y otro para tu sobrina.

Elías

 
At 12:38 p. m., Blogger lavelablanca said...

Razón tienes en esto, Isabel. Tendríamos que poder elegir, con igualdad de oportunidades, en todo. (Aun cuando fuera para que nos conviertan en una mercandía).

 
At 7:46 p. m., Blogger Jesús Ge said...

También en otros ámbitos, Isabel, se nota esa todavía gran diferencia. Cuando voy con mi novia (también poeta) a una librería, ambos nos dirigimos a la sección de poesía. Y allí, ella me hace ver la exagerada diferencia entre poetas hombres y poetas mujeres. Es curioso cómo habiendo salido en los últimos años infinidad de mujeres escritoras en el mundo poético, todavía las estanterías están plagadas de hombres en una proporción de 20 a 1 (probablemente me quede corto).
No había sido consciente hasta que ella me lo hizo ver. La paridad todavía es sólo de fachada. No es real.
Y luego, "perdemos" el tiempo en luchar por los femeninos de los sustantivos... En fín.

Un saludo.

 

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