23 julio, 2008

Tocar los libros


Hace tiempo, en un paseo nocturno por las viejas calles salmantinas vi, de refilón, en el escaparate de una librería un libro, cuyo título era: “Tocar los libros”.
Su autor era Jesús Marchamalo y la publicación corría a cargo del Centro de Profesores de Cuenca.
Conocía varias de las publicaciones de este Centro de Profesores, dentro de una colección llamada “CUADERNOS DE MANGANA”, que reúne algunas de las mejores plumas de España, con ediciones muy cuidadas y títulos tan sugerentes como: La casa del lector, de Gustavo Martín Garzo; Las condiciones de la felicidad, de Belén Gopegui; La literatura del silencio, de Manuel Longares; Regreso al tapiz que se dispara en muchas direcciones, de Enrique Vila-Matas; Nosotros dos, de Manuel Rivas o El año que nevó en Valencia de Rafael Chirbes, entre los 47 títulos que componen ya la colección.
Por diversos motivos que se conjuraron, infelizmente, no conseguí hacerme con el libro.
Durante estos años, y cada vez que me encontraba con Jesús Marchamalo, en el bosque o en sus libros, me quedaba ese gusto amargo de la nostalgia de lo que nunca se ha vivido.

Este año, recibí de su autor, un misteriosos paquetito en el que encontré –por fin!- la reedición del libro hecha por el CSIC.
Inmediatamente después de leerlo, de un tirón, sin apenas respirar, fui a la librería y compré varios ejemplares para regalar a mis amigos/as, a los más cercanos, a los más queridos.

"Tocar los libros" es un librito (67 páginas y del tamaño de una mano) precioso. Precioso como objeto y precioso el contenido. Prologado por su amigo Luis Mateo Diez, es una deliciosa reflexión sobre la literatura, los libros y las bibliotecas.
Sobre esos lectores que acarician los libros, se detienen en las cubiertas, huelen el papel, se deslizan entre las páginas, son maniáticos en su orden, son reacios a prestarlos, tienen un rincón favorito para leerlos...
El libro hace un recorrido por los libros y bibliotecas de escritores contemporáneos, desde la del propio autor a las de Patrick Suskind, Sergio Pitol, José Ángel Valente, Luis Mateo Díez, Luis Landero, Javier Marías, Jesús Ferrero, George Perec, Susan Sontag… Así como autores clásicos de todos los tiempos: Azorín, Lampedusa, Galdós, Unamuno, , y muchos otros. Y lo hace descubriéndonos sus manías, estableciendo complicidades, mostrando a través de divertidos guiños, las similitudes entre escritores y lectores. En definitiva de la relación que se establece con esos pequeños objetos, con los que convivimos a diario los amantes de libros y lecturas.

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3 Comments:

At 11:11 a. m., Anonymous Anónimo said...

Una delicia este librito...
Lo leí en un viaje en tren hacia Galicia, mi tierra.
La gente que viajaba conmigo, debió alucinar al verme sonreir,de oreja a oreja,el tiempo que estuve leyéndolo.

 
At 11:15 a. m., Blogger Isabel said...

La verdad es que es un libro perfecto para leer en un tren, y no me extraña nada esa sonrisa :-)
Gracias por tu comentario

 
At 12:07 a. m., Anonymous Anónimo said...

Maravilloso el libro, ahora se acaba de editar por Fórcola. Lo digo por si quieres comprar otros pocos para tus amigos, tuviste una buena idea. Antolín

 

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