30 noviembre, 2008

Raffaele La Capria ha comparado la literatura con el salto mortal de un nadador. Escritores y nadadores buscan la perfección en la construcción y ejecución de un ejercicio que exige refinamiento técnico y belleza. La Capria citaba a Faulkner: el mérito de una obra se mide por los riesgos de fracaso que el autor afronta, entre lo efímero de su esfuerzo y la intención de ser perdurable. Pero el autor de hoy participa de una cultura de lo fugitivo, publicitaria, perecedera, ocasional como una canción o un libro de moda, y el afán de perdurar se contradice con la desesperanza y la incredulidad en el presente y el futuro y el pasado.

ESTHER MORILLAS / JUSTO NAVARRO 29/11/2008

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