02 mayo, 2012

De vez en cuando

Emmet Gowin. "Retrato de interior"

De vez en cuando leo libros de autores de los que nunca he oído hablar, de los que no encuentro críticas en revistas especializadas, de los que sólo hablan en algunas páginas -dudosas- de Internet. Los leo para desafiar al destino, para burlarme de los hados, para hacerle un quiebro a las estadísticas, para demostrarle a esa otra que soy tan a menudo, que también puedo hacer lo que ella nunca haría.

De vez en cuando como comida basura. De esa, sí, de la que jamás hablan en los reportajes gastronómicos ni en las guías de buenas maneras. Me atiborro placenteramente de productos prohibidos por dietistas, cocineros, gourmets y demás gurus de la alimentación. La como para saltarme las normas, lo políticamente correcto en alimentación sana, para sentir como se deshacen en mi paladar, atraviesan mi garganta, se depositan en mi estómago sin provocar ningún cataclismo, sin efectos secundarios, sin contraindicaciones ni resultados adversos.

De vez en cuando escucho música de los cuarenta principales con verdadera pasión y entrega absoluta, me tupo a canciones ñoñas, letras sin sentido, me apasiono con las melodías repetitivas, facilonas y simples, que repito después mientras plancho o cocino. La escucho para sentirme joven de nuevo, para volver a ser la que fui cuando no tenía prejuicios ni juicio, para sentir el olor de aquella piel o el tacto de aquella mano o la suavidad de aquellos labios, bajo las pecas de mi nariz adolescente.

De vez en cuando pongo la tele y me paso unas horas sin sentido, saltando de un canal a otro, dejándome llevar por gritos y susurros, abandonándome, casi de forma lasciva a cotilleos, mentiras, palabras burdas, historias vulgares sin ningún tipo de interés. La pongo para acallar mis ruidos interiores, mis contradicciones, mis desesperaciones, mi melancolía. Para ponerle una ruidosa banda sonora a silencios que duelen, a ausencias enormes, para vaciarme de todo lo que me abruma y no ser yo durante unos instantes.

De vez en cuando huyo de todo. Me voy al monte y me dejo envolver por la niebla. Me pierdo por la carretera que sube haciendo curvas imposibles, hasta llegar a la cima, y allí, parada en un camino cualquiera, cierro los ojos, o dibujo con el dedo en el vaho que se ha formado en los cristales de las ventanillas del coche. Huyo de todo para volver de nuevo, para seguir, para encontrarle sentido a algunas cosas, para hacerme promesas que nunca cumplo, para tomar decisiones que nunca sigo. Para intentar comprender y comprenderme.

De vez en cuando vuelvo, también, a esta canción.

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8 Comments:

At 2:22 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me encanta, de verdad, me encanta.

Juan Ramón

 
At 4:48 p. m., Blogger Isabel said...

Gracias, Juan Ramón, muchas gracias. Buscaré también la versión de Mcartney del disco que me has recomendado. Un abrazo, amigo

 
At 12:10 a. m., Blogger Unknown said...

De vez en cuando hay que regresar... aunque sepamos que ya solo estamos de paso.
Un abrazo

 
At 6:25 p. m., Blogger lavelablanca said...

De vez en cuando voy, los domingos por la tarde, a cafeterías llenas de señoras jugando a la baraja, de cuadrillas de parejas haciendo lo mismo, de criaturas ruidosas correteando.

Me siento, ojeo una revista atrasada, tomo un poleo menta y...

Un abrazo.

 
At 8:49 p. m., Blogger Isabel said...

Nunca he tomado poleo menta, Ignacio :-)
Ya veo que tú la tomas de vez en cuando.
Otro abrazo para ti

 
At 8:50 p. m., Blogger Isabel said...

Interesante tu reflexión, Jan.
Un abrazo y gracias por tu comentario

 
At 1:38 a. m., Anonymous Gabriela said...

Apasionadamente defiendo el derecho a mi aislamiento sin dejar de vivir en medio de todo. Necesito a la gente. Puedo vivir el silencio sin huir explicitamente de él. Huyo de la tele que nada me aporta; selecciono mis libros, mis discos, mis ratos de ocio con glotonería y no puedo aguantar mucho tiempo las cosas que detesto (nunca las personas) puesto que soy una más.
Si pudiera elegir, cada dia huiría al campo, entre las sierras y "caminaría mis ideas" por el esplendor de esta primavera lluviosa y fértil.
Gracias, Isabel, por llevarme de la mano a estos pensamientos.

 
At 2:37 p. m., Blogger Isabel said...

Gracias a ti Gabriela, por tus comentarios con los que aprendo nuevas miradas sobre las cosas. Un abrazo fuerte amiga

 

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