Honestidad
El otro día, caminando por la calle, vi a un hombre sentado en la acera, como tantos otros, cada día más, viviendo una vida llena de carencias, necesidades, y excluida de todos los derechos, incluídos todos los inherentes al ser humano.
No es que esto me llamara la atención especialmente. Por desgracia nos vamos acostumbrando a estas estampas cotidianas, que han convertido la calle en la vivienda de tantos seres humanos, que un mal día tuvieron la mala suerte de perderlo todo y verse desterrados de sus vidas por la avaricia y la insolidaridad de aquellos que más tienen y que nunca están los suficientemente satisfechos.
Lo que de verdad me llamó la atención, fue que el hombre en cuestión llamara la atención a otro, que caminaba por la acera y al que le hizo notar que se le acababa de caer la cartera a su lado. El segundo hombre, se giró, recogió la cartera del suelo y con un gesto sorprendido e inesperado continuó su camino después de darle las gracias al hombre de la acera. Unos segundos después, me volví y vi que el hombre también se había vuelto sobre sus pasos y se acercaba a aquel que, con tanta honestidad, le había advertido de su despiste.
No pude escuchar la conversación entre ambos, pero pude imaginar la gratitud del segundo hombre, su agradable sorpresa, el desprendimiento inmediato de -quizás-algunos de sus prejuicios y, yendo un poco más lejos, la amistad que, desde ese momento podría surgir entre los dos.
Continué mi camino dándole vueltas a lo que acababa de ver, mientras pensaba en la deshonistedad en la que vivimos hoy en día y me pareció que me mientras muchos de los seres honestos, desinteresados y de buen corazón ocupaban las aceras, muchos otros deshonestos, sinvergüenzas y maleantes sin escrúpulos, se sentaban en buenos sillones en despachos de lujo.
Etiquetas: Billy Joel, diario, Honesty
1 Comments:
Somos tan simples que lo que nos rodea se nos impone, nos acostumbramos a la insolidaridad. ¡Tan lejos de nosotras!
Feliz día.
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