Destierro
Hengki Koentjoro |
No es preciso partir para sentirse
un desterrado, un extranjero. Basta
con apartarse un poco de los otros,
con no participar de sus costumbres,
con ejercer sin más de solitario
por mucho que te arrastre esa marea
de pequeñas o grandes multitudes.
Siguiendo a Erri de Luca,
la vida para alguien puede ser
exilio sin viaje en un lugar.
Ir por libre, sin club o cofradía,
acarrea un destierro inevitable.
Como el de un perseguido. No lo dudes,
sin salir de este sitio en el que vives
solo eres la sombra de un extraño.
Álvaro Valverde. "Plasencias". Ed. de la luna libros.2013
Etiquetas: álvaro valverde, Diana Krall, Hengki Koentjoro, Only the Lonely, poemas
14 Comments:
Estaba seguro. De que volverías. Yo te he esperado, para saber de ti. Ya no tengo otra forma de tenerte cerca..
J.
Bienvenida seas! Nos faltaban tu buena música, tus escritos, tus referencias a la poesía... En fin, Isabel, que nos encanta verte asomar de nuevo a tu ventana.
Gracias J. Nos vemos pronto y charlaremos largo y tendido :-)
Gabriela. Me apetecía volver y lo he hecho. Creo que es suficiente ¿no? Un beso fuerte
Gracias Isabel, te abrazo fuerte..
para mí es como si nunca te hubieras ido...Anna Karenina.
Gracias por volver, por ser tan generosa.
Un abrazo CONCHA
... que no puede cansarse de esperar aquel que no se cansa de mirarte
Luis García Montero
Gracias por estas miradas luminosas que abrigan, que acompañan, que cobijan, que vuelven, que nunca se han ido.
Un beso. Carmen, su madre y su niño, que compartieron, también contigo, miradas en un hospital.
Mi querida Anna. Sé lo cerca que estamos. Que sepas que mi ruso mejora y que dentro de nada iré a las estepas rusas a visitarte :-)
Un beso Concha y gracias por tu cariño, siempre tan auténtico
¡Ay Carmen! qué bien que ya ho haya hospitales y que todo vaya como queríamos. (Yo estaba tan segura!)
Un abrazo muy fuerte, tan grande como tu corazón.
La sombra luminosa de tu vida.
Un abrazo. Ignacio
Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo también he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.
Quizás tu alma está abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto... ¡porque estaba contigo!
(José Angel Buesa)
Te leo. Un abrazo. R2
Otro abrazo para ti, Ignacio. Seguimos...
R2. Siempre buscando la palabra precisa, el poema exacto, siempre tan cerca, tan dulce, tan generosa. Gracias, amiga mía. Me he emocionado con ese precioso poema.
Publicar un comentario
<< Home