Serenata para la tierra de una
A veces me gustaría exiliarme.
Salir de aquí, huir lejos de sus políticos, de las voces demasiado altas, de la envidia y de la fiesta nacional.
De las injusticias y las estulticias, de las/los folclóricos, de los orgullos provincianos, de sus jueces injustamente juzgados, de los ladrones de guante blanco y sus poltronas inalterables.
De los bares llenos de servilletas en el suelo, de los bancos rotos de los parques, de los casi nunca-"por favor", de las casi nunca-"gracias", de los nunca "con permiso".
Del enfado permanente de los conductores al volante y su facilidad para el insulto, de las impuntualidades, de la burocracia, a veces tan inútil y desesperante, de la picaresca, de los que engañan: al fisco, al jefe, al cliente, al vendedor, a la mujer, al hombre y además se enorgullecen de hacerlo.
De los que hablan siempre de fútbol, de la televisión casposa que parece estar ajena a todo lo que está cayendo, ofreciendo programas incultos y sin ningún fin educativo, estético o formativo.
Harta de un país en el parece que siempre habrá señoritos y criados, servidores y servidos, maltratadores y maltratadas/os.
Harta de un país que parece no tener memoria, en el que se mantienen ideas por inercia y no por deducciones y experiencias propias, en el que se critica sin conocer la verdad, en el que se juzga sin pelos en la lengua y sin motivos fundados, en el que se condena, sin piedad, al inocente y se justifica, sin razón, a los culpables.
Pero, porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy, eso ocurre sólo a veces.
Etiquetas: diario, mercedes sosa, Serenata para la tierra de uno
8 Comments:
Pienso igual que tú en todo lo que dices, pero, desgraciadamente es lo que tenemos. Creo que todos los que nos sentimos mal por todo lo que observamos es quizá porque nos gustaría que todo fuera sobre ruendas y queremos vivir en un mundo donde todo fuera bello. Ya sabes lo que se dice, que el que tiene muchas esperanzas es que posee pocas realidades. Yo siempre he dicho que si hubiera sabido idiomas, me habría marchado de este pais hace muchos años. Un fuerte abrazo querida sentimental. Yosua.
Pues me quedo con las esperanzas que esta realidad no me gusta. Gracias Yosua, por tu lectura y por tu comentario. Un abrazo también para ti
Entre tanto griterio inutil y la aplastante realidad que se desborda porque mi alma no dá más de sí, he llegado hasta tu rinconcito para ver esta Mirada que tanto reconforta.
Pero también tú estás inmersa en la melancolía, no la tristeza (menos mal). Comparto todos tus sentimientos y propongo el exilio interior para resistir: La lectura, la música y la compañía que protege, que resguarda de la intemperie.
Isabel, gracias por ser así .
Por favor, proponme una lectura inmediata como medicina urgente.
Gracias y buenas noches.
Gracias a ti. Por ese comentario tan cariñoso y cercano. Tienes razón, hay que recurrir a los refugios interiores que hemos ido creando desde hace tanto tiempo. Esos refugios que hemos llenado de lecturas y música y de gente que nos quiere y a quién queremos.
Una lectura como medicina sólo puedo recomendártela sabiendo quién eres,para saber qué necesitas. ¡Es tan delicado recomendar una lectura a quién no conoces!
Un abrazo, gracias y feliz tarde
Ya, no resulta fácil vivir cuando se conocen todos los cuentos (de nuestro León Felipe).
Vivir las crisis, la carencia, las deudas, lo desierto...
Un abrazo.
Sí, Isabel, no te falta razón, pero fuera es más de lo mismo, la desconsideración es global. El consuelo y el empeño son blog como este y gente como tú. Un abrazo.
que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,que los huesos del hombre los entierran con cuentos,y que el miedo del hombre… ha inventado todos los cuentos.
Gracias Lavela por traerme a León Felipe
besos para ti
Entonces, Antonio... Ya no quedan más que las ínsulas interiores y las Ítacas personales...
Un abrazo para ti también
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