Tarde de martes
EJERCICIO DE GRAMÁTICA
Tú, a quien
los vientos recorren
con los labios
del horizonte,
y una nube extraña cubre
como la sábana amarga
de la madrugada: dame
tus manos, ahora
que tu nombre se
demora en los oídos de la tierra;
o corre por ese río
subterráneo que desagua
en lo hondo
de los espejos, de donde
ninguna voz te llama.
Tú, el más
abstracto de los pronombres,
vestida con el fuego sordo
de la última vocal, como
si una sombra de silencios
danzase por entre
murmullos y memorias: no
partas con el nacimiento del día,
el sueño vago de un deseo,
o la luz efímera
con
que te miré.
Quédate en la tinta de mis dedos,
resto de un verso, secreto
sin rostro; o llévame contigo,
limpio de reflejos y pronombres,
mientras un rumor de fuente
me enseña a encontrarte.
Es un poema de Nuno Júdice, de su libro Tú, a quien llamo amor (Antología). Selección y coordinación: Manuela Judice. Presentación: Inês Pedrosa. Traducción: Jesús Munárriz. Edición bilingüe. Madrid, Hiperión, 2008.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home