10 marzo, 2009

M.L.

Desde dónde podría empezar hablando de ella...
¿Desde su sonrisa?
¿Desde su sutil melancolía?
¿Desde su fuerza, su increible fuerza, escondida bajo una frágil apariencia?
¿Desde su fuerte corazón lleno de ternura?
¿Desde su silencio lleno de intensidad?
O quizás desde esa sensación que transmite de una libertad que está por encima de convencionalismos y costumbres.
Siempre que pienso en ella, la imagino como un caballo sujeto con un brocal a punto de romperse. Es decir, como si el nudo de la cuerda que le ata al mundo, a la gente, a la vida, lo hubiera anudado ella y con sólo un pequeño tirón pudiera deshacerse.
También la imagino como un torrente de aguas, presas en un dique, que en cualquier momento se verá obligado a abrir las compuertas, para dejarse salir a borbotones.
Sé que a veces es y a veces no es ella. Que contiene lo que siente para sentirse en el lugar en el que cree ser aceptada sin ruido ni sospechas.
Se esconde tras el silencio, tras las sombras, tras los diques y los muros, como si temiera mostrarse en un esplendor que cree no le corresponde.
Pero su fuerza trasciende de ella a su pesar, y se desborda en sus gestos o en su voz, por pequeña que sea su palabra.
A mi me gusta por lo que es y por lo que oculta y yo presiento. Y a veces, sin que ella se de cuenta, me ato a su nudo, me busco en su sombra, me refugio a la orilla de su embalse, mientras espero que todo se desborde y me arrastre con ella, sabiendo de antemano que, en su camino, no arrasará nada de lo que encuentre a su paso. Que respetara cada flor y cada árbol.
Lo sé.

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2 Comments:

At 12:32 p. m., Blogger Club de lectura de la Biblioteca Torrente Ballester said...

....Yo tambien lo sé.
Pero permíteme añadir " nunca juzga a nadie ". Es ....Fantástica.

Un abrazo/ Rosi.

 
At 12:53 p. m., Blogger lourdes said...

M.L. y sus lágrimas contenidas...
Rosi, juegas con ventaja.
Tengo que agradecerle a M.L. sus noches de taxista y sus manzanas con olor a manzana.

 

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