13 septiembre, 2008

Día triste, dos

Me entero a través del HOY, de la destitución de Álvaro Valverde, como director de la Editora Regional de Extremadura.
No puedo creerlo así que llamo a Álvaro y éste me lo confirma. Le pregunto las razones que me dice desconoce y cuando cuelgo, una amarga y extraña sensación me recorren por dentro.

No conozco, tan de cerca como otros, su labor al frente de la editora durante estos 3 años, pero si puedo hablar del hombre, del escritor y de lo que a través de él nos ha llegado a muchos otros.

Puedo hablar de su nivel literario, avalado por sus libros, sus premios, su reconocimiento.

Puedo hablar de la coherencia que manifiesta en sus opiniones, que leo diariamente, de su capacidad para implicarse en los problemas que suceden a su alrededor, en su tierra y fuera de ella, de la claridad de sus ideas, de la ética de sus pensamientos.

Puedo hablar del amor y la pasión por su trabajo, de la capacidad de extenderlo mucho más allá de lo que podría exigírsele por su cargo,buscando siempre nuevos caminos, nuevas propuestas para contribuir al desarrollo cultural de ese lugar en el que vive y al que ama.

Puedo hablar del lector incansable, del crítico exigente y generoso, del explorador, del inconformista incansable, de su capacidad de sorprenderse ante un texto o de sorprendernos con una recomendación.

No es tan frecuente la implicación de los intelectuales de un territorio en la vida cultural del mismo. Muchos, se han marchado de sus lugares de orígenes para trabajar, con mejores reconocimientos en otros lugares.
Álvaro podría, si quisiera haberlo hecho.
Y sin embargo ha permanecido ahí, luchando contra vientos y mareas, creyendo en lo que hacía y consiguiendo contribuir a elevar y dar a conocer el nombre de Extremadura más allá de sus fronteras.

La Editora Regional de Extremadura, se ha dado a conocer más allá de sus límites, gracias a una labor bien hecha. No es frecuente tampoco en editoriales regionales tener un catálogo como el suyo. Parte de este reconocimiento se debe a la labor de Álvaro.

Se mezclan la rabia, el desconcierto, la tristeza dentro de mi.
Siempre pensé que a la izquierda y a la derecha, les separaban algo más que un proyecto político.
Ingenuamente he creído durante toda mi vida que había también unas ideas, unas formas, una manera distinta de entender la vida en uno y otro lado.

La destitución, inexplicada e inexplicable de un hombre como Álvaro Valverde, me sitúan en un lugar en el que nunca había estado. En una tierra de nadie, baldía, sin ideales, sin proyección de futuro, despojada de esa visión inteligente y honesta que deben tener siempre los proyectos culturales y educativos.

Los siento por la Editora, por mi tierra y por todos los que seguimos creyendo en que otra forma de entender el mundo es posible aún.
No tanto por Álvaro quién tiene suficientes recursos, dentro de él, para seguir viviendo, pensando y trabajando como lo ha hecho hasta ahora.

Es el que menos pierde.

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7 Comments:

At 12:04 p. m., Anonymous Anónimo said...

Alvaro Valverde es otra victima de esta incomprensible "política" de intereses. Sigo apoyando a los que otro modo de pensar y entender el mundo es posible. bibliotecario@mixmail.com

 
At 8:14 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues hay algo que no entiendo en este tema. Si es un nombramiento a dedo el cese también será a dedo, no? Independientemente de que lo hiciera bien. Su sorpresa en la destitución será la misma que en el nombramiento. No entiendo.

 
At 11:13 p. m., Blogger Isabel said...

bibliotecario@mixmail.com:
estoy contigo, tendremos que seguir apoyando a los que trabajan con honradez y seriedad y consiguen, con su trabajo, mejorar un poco lo que les rodea.

Carmina:
no puede sorprendernos que nombren a alguien valioso para algo. Lo que sorprende es que siendo valioso, lo destituyan.

 
At 11:49 p. m., Blogger Puntos de vista y ... nada más said...

Cuando se produce un nombramiento, suelen acompañarlo del Curriculum que sustenta dicho nombramiento. En ocasiones no hay nada en el curriculum y en otras hay de todo. Tal vez fuera demasiado pedir un curriculum justificador de la destitución, pero los ciudadanos mereceríamos algo más que "los cargos de confianza no necesitan ser justificados ni en el nombramiento ni en la destitución. Sobre todo porque sólo sirve para animar a las habladurías.

 
At 2:03 p. m., Anonymous Anónimo said...

Precisamene porque es otra víctima de la política se entiende el cese de Valverde. Su nombramiento fue un acierto, dirán muchos, entonces su cese ¿porqué tiene que ser un error?
Yo, lo entiendo, lo uno y lo otro.

 
At 2:04 p. m., Anonymous Anónimo said...

Precisamene porque es otra víctima de la política se entiende el cese de Valverde. Su nombramiento fue un acierto, dirán muchos, entonces su cese ¿porqué tiene que ser un error?
Yo, lo entiendo, lo uno y lo otro.

 
At 8:21 p. m., Anonymous Anónimo said...

Nada, los cargos políticos ya se sabe. Lo que no entiendo es que si ha tragado tantos sapos y culebras no dimitiera. No lo entiendo. Creo que el poder le gusta también a Álvaro Valverde.

 

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