13 enero, 2008

Escribiremos muchos de ti.
Desde la pena y el vacío que nos dejan tu ausencia.
Desde la nostalgia de los días pasados, en los que recurrimos a ti buscando una palabra de consuelo, un poema de amor, una lumbre de invierno o una sombra bajo la que tumbarnos los calurosos días del verano.
Recordaremos a solas tus poemas, como si los hubieras escrito para cada uno de nosotros.
Tambien tu voz, en aquel disco inolvidable junto a Pedro Guerra.
Muchos sólo te conocimos a través de la escritura, de la dignidad, el compromiso y la ternura de un puñado de versos que nos hablaban de amor y desamor, de encuentros y pérdidas, de cosas cotidianas y de lo extraordinario capaz de suceder.
Y sin embargo ¡parecía que te conocíamos tanto!...
Te has marchado, hoy 13 de enero, sin avisarnos. Despacito, sin darte importancia, sin armar jaleo.
Así eran tus poemas. Claros, limpios, sin artificios... y tan bellos.
Los leíamos como se leen las cartas de amor. Despacio, con el corazón en la garganta y la emoción invadiendo los sentidos.

No sé cuál poner aquí. Me gustan todos y cada uno por algo distinto. Y esta era también una de las razones por las que me gustaba tanto tu poesía. Nunca tuve la sensación, leyendo tus libros, de aburrimiento, de repetición o de cansancio.
No se cuál poner aquí...


ESO ERA AMOR

Le comenté:

-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.

ÁNGEL GONZÁLEZ

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2 Comments:

At 6:26 p. m., Blogger Leo Zelada said...

Me gusto el poema de Angel.

Saludos desde Madrid.

 
At 4:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

saludos desde Barcelona

Ese poema es precioso como lo son los miles que escribio en palabra sobre palabra.

desde todos los de moral y todos los que hablan de amor.

 

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