Leyendo
La vida instrucciones de uso
Georges Perec
Ed. Anagrama
Un minucioso rompecabezas de personajes y estancias en un edificio parisino. Cada pieza del puzzle es un capítulo y lleva una indicación sobre sus inquilinos de hoy y de ayer, reconstruyendo los objetos, las acciones, los recuerdos, las sensaciones, la fantasmagoría, muy similar a una biblioteca o al menos a un esquema de clasificación decimal.
La vida instrucciones de uso fue considerada desde su aparición en 1978 como una obra maestra y se le concedió el prestigioso premio Médicis. Con los años su importancia no ha dejado de crecer. Así, esta obra maestra inclasificable -de la que se ha dicho que es un compendio tan enciclópedico como la Comedia de Dante o los Cuentos de Canterbury de Chaucer, y, por su ruptura con la tradición, tan estimulante como el Ulises de Joyce -fue galardonada como la mejor novela de la década 1975-1985 en la encuesta realizada por Le Monde en el Salon du Livre de 1985.
Las batallas en el desierto
José Emilio Pacheco
Ed. Tusquets
Todo parecía posible en México a finales de los años cuarenta, recuerda Carlos, narrador y protagonista de esta novela: el presidente inauguraba obras públicas a diario, avanzaba la industrialización, se incorporaban palabras inglesas y el mundo antiguo parecía quedarse atrás ante el impulso modernizador. Y a la salida de la escuela las diferencias se dirimían en las batallas de la pandilla en uno de los desiertos del barrio, donde jugaban a la guerra de Oriente Próximo. Ninguna experiencia, sin embargo, fue tan intensa para el niño que estaba a punto de convertirse en adolescente como el enamoramiento puro y arrebatado que vivió en cuanto conoció a la madre de su amigo Jim. La historia de esa iniciación amorosa, de su deseo imposible e incurable, que ahora reconstruye Carlos, es también la historia de la reacción de la sociedad adulta de aquellos años. Y en todos los comportamientos que acompañaron su primera adolescencia, el Carlos adulto descubre ahora las grietas y las fracturas de un mundo que encerraba en sí mismo
una descomposición anunciada.
4 Comments:
Isabel: qué buen dúo nos traes hoy.
Muy diferentes entre sí, pero magníficos ambos.
Yo los leí hace mucho y desde entonces se convirtieron en autores de cabecera para mí.
Un beso.
¡Qué bien coincidir contigo!
Mañana pasaré por tu tierra camino de Córdoba. Te mandaré un beso desde la carretera y otro, ahora, desde aquí :-)
¡Cómo me abruma asomarme a tu bitácora! ¡Hay tantos libros que no he leído!
Gracias por traerlos.
Lavelablanca :-(
No quiero abrumar...
Yo también tengo esa sensación de tantos libros por leer, bueno tenía. Ahora me conformo con disfrutar de los que voy leyendo :-))
Un fuerte abrazo (para quitar el "abrume")
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