Chet Baker
No se trata de un biopic más, sino de una película, obra del fotógrafo y director Bruce Weber, que ha obtenido numerosos reconocimientos de la crítica (tanto de parte de los críticos de cine como de los críticos de música) en diferentes festivales y foros especializados.
Bruce Weber, no se limita a un rol de mero narrador imparcial, sino que su visión del músico se hace sentir y es una parte esencial, casi un personaje, de la película. Como debe ser en estos casos, la obra se construye desde la admiración (casi fascinación) del biógrafo por el artista a retratar.
La película surgió como una sesión de fotos, pero tras el buen feeling que hubo entre Weber y Baker, terminó convirtiéndose en este filme.
Let’s get lost incluye entrevistas, además de con el propio Chet Baker, con las esposas, hijos, amigos y novias del trompetista.
La vida de Baker fue muy turbulenta. Conoció el éxito como trompetista de jazz ya desde joven, tocando junto a otros mitos del género como Charlie Parker y Gerry Mulligan, y, sin ser un interprete de una gran técnica sino más bien un músico intuitivo, fue consolidando un estilo íntimo y elegante que le convirtió en un trompetista único.
Su personalidad introvertida y esquiva, sumada a su pasión por los automóviles, y sobre todo por las mujeres, fue creando un mito y una figura sumamente atrayente. El factor desencadenante de las drogas, tan común en “esos” músicos de jazz, acabó complicando la vida de este singular músico, que se suicidó al arrojarse por la ventana de un edificio de Ámsterdam.
Let’s get lost ganó el Premio de la Crítica en el Festival de Cine de Venecia de 1989 y fue nominada a un Oscar entre otras distinciones.
Una obra clásica en su género.
2 Comments:
Ya la estás pasando. Me pido "manis".
Si quieres lo vemos juntas en el cine-forum. No me importa verlo otra vez.
¡Ah tampoco me importa dejártelo! ;-)
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