22 marzo, 2011

En mi mesa...

El toldo rojo de bolonia
John Berger
Abada Editores, 2011


Delicioso, extraño, melancólico y tierno retrato de un tío de Berger. Un librito mezcla entre prosa y poesía.

"Todas las ventanas tienen toldos y todos son del mismo color. Rojo. Muchos están descoloridos, unos cuantos parecen recién puestos, pero todos son versiones viejas y nuevas del mismo color. Todos encajan perfectamente en el marco de la ventana, y su ángulo se puede ajustar según la cantidad de luz que se desea que entre. En italiano se llaman tende. Su rojo no es el de la arcilla, ni el de la terracota; es un rojo de tinte. Detrás de los toldos se ocultan cuerpos y los secretos de esos cuerpos, que de ese lado dejan de ser secretos.
Me gustaría comprar una pieza de esta tela roja. No sé lo que voy a hacer con ella. Puede que sólo la necesite para hacer este retrato. En cualquier caso, podré tocarla, arrugarla, alisarla, ponerla al sol, colgarla, doblarla, soñar con lo que hay al otro lado".

Escritura y melancolía
Juan Domingo Argüelles
Il. Damián Flores
Fórcola Editores, 2011


Un testimonio sincero y conmovedor de la experiencia, del escritor, ante la depresión. El autor se ha referido en muchas ocasiones a la melancolía en sus escritos. En este su último libro nos hace partícipes de su propia condición de melancólico: «Los melancólicos reivindicamos el derecho a la soledad e incluso a la tristeza».




La Raya. Una frontera absurda: Un viaje a la frontera hispano-portuguesa
José Antonio Martínez Reñones
Lobo Sapiens, 2010


Desde la desembocadura del Miño hasta el encuentro del Guadiana con el Atlántico, el viajero protagonista de este libro, se detiene a lo largo de veinticinco jornadas, en cuanto paisaje y paisanaje le sale al encuentro mientras va trenzando su discurrir a ambos lados de la frontera hispano-portuguesa. Huye este viajero de cuanto pudiera ser una guía al uso, interesándole más las razones profundas que suponen vivir a uno y otro lado de una línea administrativa que a lo largo de la Historia se ha convertido en la tierra de nadie, en la tierra arrasada, en la tierra abandonada y, por lo tanto, atrasada, y, por eso mismo, al día de hoy, un verdadero santuario de tradiciones y maneras de adaptarse genuinamente a la existencia. 



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4 Comments:

At 12:31 p. m., Blogger N said...

¡Isabel! Gracias, qué bonito comentario.
Tengo que decirte que adoro a John Berger y que, efectivamente, ése es un librito precioso.
Un gran abrazo

 
At 1:27 p. m., Anonymous isabel said...

Yo también adoro a Berger. Tengo como un radar que me avisa en cuanto sale algo suyo :)
Gracias también por tu comentario, N.
Y otro abrazo fuerte desde (de nuevo) el invierno...

 
At 4:00 p. m., Blogger lavelablanca said...

Agradezco los comentarios que haces, Isabel. No me liberan de leer los libros, pero aprecio tus opiniones.

Un abrazo.

Ignacio

 
At 10:08 a. m., Anonymous isabel said...

Pues si consiguen que te apetezca leer alguno, mucho mejor Ignacio.
Un abrazo

 

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