07 febrero, 2010

Pequeñas contradicciones diarias


"Contradícete. Para poder vivir, debes permanecer dividido" decía Nietzsche.

Tengo que leer la novela Dobles fondos de Wyndham Lewis.
No tengo ni idea de qué va la historia, pero me intriga muchísimo su enigmático, maldito y controvertido autor.

Cierran temporalmente El Bulli, la Meca moderna de la restauración. La repercusión mediática ha sido asombrosa y excesiva. O quizás merecida en estos tiempos que corren en los que la noticia está en cosas banales. O quizás no son tan banales. No sé.

Estoy más que de acuerdo con el escultor Thomas Shüte cuando afirma que el arte en espacios públicos "difícilmente funciona porque se suele planificar sin ningún sentido común. Suele molestar al transeúnte y la gente lo termina destruyendo, los perros se mean encima. Eso del arte público es un malentendido, en general", y sin embargo me encanta encontrarme por sorpresa con una exposición de esculturas en una plaza o en un parque.

No soy muy partidaria de las recopilaciones musicales. Pero a veces las escojo para viajar, porque al ser menos monótonas y uniformes, se adaptan mejor a los cambios que se van produciendo en el paisaje y, como ocurre con él, mantienen mi inquietud y mi interés por lo que va sucediendo en el camino.
En el doble álbum recopilatorio Two For One World casi una veintena de artistas conforma la selección, realizada por el periodista radiofónico Mattie Poels. El jazz se enreda con los ritmos procedentes de lugares tan distantes como Bulgaria y Brasil, con composiciones clásicas, música para cine y flamenco, música india y latinoamericana.

Soy una mujer nocturna y sin embargo me encanta el amanecer del domingo. Las calles vacías, la ausencia de los ruidos cotidianos y la presencia de otros que, los días laborables, son silenciados por el tráfico. La ciudad parece, los domingos, más pueblo, y el campo más cercano. A veces puedo escuchar un rebaño de ovejas.







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3 Comments:

At 10:15 a. m., Blogger lavelablanca said...

Escuchar las ovejas en la ciudad. ¡Qué gusto esas madrugadas! Y las noches, por supuesto.

¡Ah!, me divierte esta música.

 
At 10:39 a. m., Blogger Unknown said...

Te recomiendo también Estallidos y bombardeos, que acaban de publicar, y que son unas memorias suyas noveladas (de Wyndham Lewis, digo), realmente divertidas, lo mejor que he leído en mucho tiempo.

 
At 12:20 p. m., Blogger Isabel said...

Lavelablanca, me encanta que te divierta. Es un buen adjetivo para algunas cosas: música divertida. Suena bien. :-))

Mercedes: Tomo nota de tu sugerencia y lo pido hoy mismo en la librería. Me relamo de gusto antes de leerlo. ¡Gracias!

 

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